SL-C 129 Del castillo de Montesquiu al castillo de Besora

Dificultad baja
Dificultad media
Dificultad alta
Longitud: 10,2 km
Dificultad: Media
Duración aprox. a pie: 3 h 49 min

Punto de inicio: aparcamiento del castillo de Montesquiu

Itinerario muy agradable que nos permitirá descubrir elementos singulares del paisaje y el patrimonio. La ruta nos conducirá desde el castillo de Montesquiu al castillo de Besora, pasando por el llano del Revell y el collado de la Mongia. De regreso, pasaremos por la umbría de la montaña y regresaremos de nuevo al castillo de Montesquiu.
Salimos del aparcamiento del castillo de Montesquiu y tomamos la carretera asfaltada que pasa por delante del castillo hasta que, justo en la fuente de Castell Xic (Castillo Pequeño), nos encontramos una bifurcación de caminos. Seguimos el que va recto arriba. En este tramo, encontraremos más de una bifurcación, pero nosotros siempre seguiremos la pista principal, la más transitada que tira hacia arriba. Durante la subida pasaremos junto a una balsa grande. La pista nos conduce hasta el llano del Revell; aquí dejamos la pista y seguimos por el sendero de la derecha que nos lleva hasta los restos de la casa del Revell. Pasamos por delante de la cabaña y continuamos caminando siguiendo los hitos hasta encontrar de nuevo el camino bien marcado que baja a nuestra derecha. El llano del Revell nos ofrece unas vistas espectaculares del Pirineo, al norte, y del Bisaura, al sur. En días claros también podremos observar el Pedraforca y Montserrat. Siguiendo este sendero, llegamos al collado de la Mongia. Es un paso de piedras margas que une el llano del Revell con el cerro que custodia los restos del castillo de Besora. Pasamos el collado y vemos el camino bien marcado que pasa a la izquierda por la umbría de la montaña. Antes de llegar a la casa del Pla (Llano), a la derecha, sube un sendero que nos conduce hasta el castillo de Besora. Sobre una plataforma a unos 1.025 m de altura, encontraremos los restos de este castillo y de la iglesia románica de Santa María. La visita es merecida tanto por su valor arquitectónico e histórico como geográfico. Deshacemos el camino que nos ha subido al castillo hasta el pedregal cercano a la casa del Pla, y una vez abajo, seguimos la pista que queda por debajo del sendero por donde hemos venido, para tomar el camino que volverá por la umbría y nos llevará justo a la balsa que hemos dejado al inicio del recorrido. En este tramo pasaremos por un bosque mixto de roble y haya donde se puede escuchar y observar, si tenemos suerte, el pito negro (Dryocopus martius).