Recorrido circular y exigente por los dos tramos duros y con fuerte pendiente. Hay que tener un cierto nivel de resistencia física y rodaje sobre sobre la bicicleta. Podemos considerarlo un itinerario para la práctica ciclista más que para usuarios que quieren pasear por el parque en bicicleta. Aún así, el itinerario tiene diferentes puntos de interés que nos harán disfrutar del entorno.

El itinerario empieza en el complejo deportivo La Bonaigua que encontraremos al final del paseo de la montaña en el municipio de Sant Just Desvern. Subiremos el valle hacia arriba, probablemente compartiendo el camino con el rebaño de ovejas que hay en la zona, o acompañados del vuelo de los abejarucos que reconoceremos por su variedad de colores y el pico largo. Habrá que estar atentos a los hilos eléctricos donde suelen descansar y en los taludes de arcilla donde construyen el nido.

El itinerario presenta tres tramos muy diferenciados. El primero, de ascenso muy pronunciado al inicio del camino y hasta el collado de las torres. En este punto, enlazaremos con el segundo tramo, el Torrente del Bosc Llarg, zona de ambiente fresco que nos vendrá de bajada y continuará con camino bastante llano. Pasaremos por las ruinas del antiguo monasterio cisterciense femenino, Santa Margarida de Valldonzella, unos árboles nos dan testimonio del jardín que existió en el pasado. Al otro lado del camino, medio escondida dentro de una mina, se encuentra la fuente que lleva el mismo nombre. Sin garantías sanitarias, esta fuente tiene agua todo el año. Puede pasar desapercibida si vais a ritmo ligero. Ya más adelante, la imponente Torre del Obispo (masía fortificada) marca el inicio del tercer tramo, ahora una subida larga y continuada nos llevará hasta la carretera de Molins.

Realizaremos una cresta por una pista hasta la colina de Can Castellví donde coincidiremos con un tramo del GR92 que, en bajada, nos llevará hasta Can Llevallol y el collado de Can Cuiàs. Llegados a este punto, cruzaremos la carretera y continuaremos el descenso hacia Can Fatjó y Can Carbonell, recuperando de esta forma el valle de Sant Just y volviendo al punto de inicio.