Las cuevas son otra expresión de la dinámica geomorfológica del macizo de Sant Llorenç y la sierra de l'Obac. Son cavidades que se adentran en las entrañas de la roca, producidas también por la disolución de las rocas por el agua. En general, si son horizontales reciben el nombre de cuevas, mientras que el calificativo de sima queda reservado para los pozos verticales. El agua lleva disueltos carbonatos que, dentro de las cuevas, precipitan y esculpen figuras de una rara belleza: las estalactitas, las estalagmitas, las columnas, las banderas o las perlas. Las cuevas de Mura son, en realidad, una sola galería de unos doscientos metros de profundidad. Descubiertas a mediados del siglo pasado por un campesino que, según la leyenda, observó como un pájaro entraba y salía de unas zarzas que ocultan el acceso, tienen el atractivo principal en la sala de entrada, donde destaca una columna bien formada.

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