PR-C 214 Sierra de Bufadors

Dificultad baja
Dificultad media
Dificultad alta
Longitud: 12 km
Dificultad: Media
Duración aprox. a pie: 4 h 15 min

Punto de inicio: aparcamiento del castillo de Montesquiu

La ruta sale del aparcamiento del castillo de Montesquiu y atraviesa todo el Parque para llegar a la Sierra de Bufadors, donde encontramos paredes escarpadas en la cara sur y un magnífico hayedo en la sombra. Vuelve por la parte norte del Parque hasta tocar a la ermita de Sant Moí, y pasa por el Torrent de les Dous para llegar a Planeses y volver al castillo por Fuente Codineta.

 

Salimos del aparcamiento del castillo de Montesquiu y pasamos por delante del castillo en dirección La Solana. Al pasar el arroyo nos encontramos un cruce de caminos: cogemos el sendero que queda más a nuestra derecha, el que bordea el arroyo. Vamos subiendo el sendero, con una pendiente cada vez más pronunciada, y llegamos a un antiguo horno de cal. El sendero conduce a la pista que lleva al Coll dels Tres Pals. Llegados al collado seguimos hasta llegar a la Collada del Beví Gros donde nos queda el risco de la Sierra de Bufadors delante. Tomamos a la izquierda la pista que bordea la sierra hasta llegar a su extremo oeste desde donde podremos coger un pequeño camino que nos conducirá a Bufadors.

Els Bufodors es un lugar de gran belleza con un aire mágico. Se trata de una peculiar formación geológica rodeada de hayas y con una flora muy particular. Una rotura de la cresta de la sierra formada por diferentes acumulaciones de estratos forma grandes bloques de roca, cubiertos de musgo, que dibujan agujeros y grietas por donde se originan corrientes de aire. De hecho, a veces se puede sentir como silba el viento en el interior; de ahí el nombre.

Una vez hemos visitado los Bufadors, volvemos al desvío de inicio y seguimos la ruta hacia la ermita de Sant Moí, situada muy cerca del río Ter, junto a la colonia textil de la Farga de Bebié. A pocos metros tenemos que dejar una pista a la derecha y entramos otra vez en el Parque del Castillo de Montesquiu.

Seguimos por el mismo camino hasta que llegamos a Sant Moí, una pequeña construcción prerrománica, o de un románico muy primitivo, probablemente edificada a finales del siglo X. El templo está formado por una sola nave cubierta por un entramado de vigas de madera y rematada por un ábside semicircular, cuyo interior está decorado con pinturas neorománicas elaboradas durante la última restauración. Dicen que este es el lugar donde vivió el ermitaño Moí, que más tarde se convirtió en santo.

Para volver al castillo, retrocedemos unos metros y tomamos un sendero que sale a mano derecha en dirección al castillo de Montesquiu. El camino atraviesa el torrente de les Dous y nos lleva hasta los llanos y la masía de Planeses.

Desde este punto, seguimos el camino recto y, al llegar al cruce de caminos, tomamos el que va abajo a la derecha siguiendo los indicadores del Parque hasta la fuente Codineta. Pasamos por el puente que cruza el arroyo, donde el camino hace una curva muy marcada a la izquierda; a la derecha, nos queda la vía del tren. Tomamos el sendero que sube y que nos subirá directamente al aparcamiento del castillo de Montesquiu.